Se aproxima el invierno y en breve nos veremos obligados a “pegarnos” con la caldera de nuestro hogar ;-), de modo que hablamos con Juan Antonio, vecino del barrio y responsable de JARSOLGAS, para que nos aconseje al respecto: “Cada año es absolutamente recomendable realizar una revisión de la caldera por un servicio técnico cualificado para asegurarnos de que ésta se encuentra en perfecto estado de funcionamiento«, explica.
“Hay por lo menos cuatro motivos por los que sería recomendable o incluso necesario hacer una revisión a la caldera anualmente”, continúa.
- 1º: Por economía.
Una caldera sucia, con mala regulación o sin el mantenimiento adecuado, es como si tiráramos nuestros euros por la salida de gases, pues la combustión que se produce en el interior no es todo lo limpia que debería ser si no está bien regulada, ni aprovecha todo el calor que se produce en su interior para trasmitirlo al agua caliente o a la calefacción si está sucia, llevando este calor sin aprovechar al exterior por la salida de humos, y bajando la eficiencia energética de nuestra caldera. Lo que se busca con el mantenimiento y puesta a punto de nuestras calderas es conseguir el mayor rendimiento y mayor eficiencia energética o, dicho de otro modo, que lo que pagamos en gas lo aprovechemos al máximo. - 2º: Por seguridad.
En caso de las calderas atmosféricas que, aunque ya está prohibida su instalación todavía tenemos mucha gente en nuestras casas, si tuvieran mala combustión o deficiencias en la salidas de gases para sacarlos al exterior (por nidos, defectos en el shunt o chimenea, por suciedad, etc.) podría provocarnos dolores de cabeza, malestar y, en casos extremos, la muerte por asfixia o muerte dulce como la llaman. - 3º: Por el medio ambiente.
Cuando una caldera no está en su punto produce mayor cantidad de Monóxido y Dióxido de Carbono (CO y CO2), que son los principales responsables del efecto invernadero y otros contaminantes como el NOx (óxido nitroso). - 4º: Por ley.
Desde el 1 de marzo de 2008, fecha en que entró en vigor el RITE, Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (Real Decreto 1027/2007, de 20 de julio), los titulares deben encargar a una Empresa autorizada el mantenimiento de la calefacción. La caldera de gas forma parte de la instalación de calefacción y, por tanto, está sometida a esta revisión obligatoria con el fin de evaluar y mejorar su eficiencia. Este requisito se añade a la obligación ya existente de revisar periódicamente (cada 5 años) la seguridad de la instalación de gas. Esta revisión anual obligatoria consiste en comprobar la eficiencia energética y las emisiones de gases de los equipos de climatización. Se deberán realizar ciertas tareas de mantenimiento de la instalación, incluida la caldera, por un técnico autorizado, una vez al año, consistente como mínimo en: comprobación y limpieza, si procede, de conductos de humos y chimenea, limpieza del quemador de la caldera, revisión del vaso de expansión y revisión general de la caldera de gas. Esta revisión, además, evita averías y mal funcionamiento.
Las medidas que este reglamento contempla presentan una clara dimensión ambiental. Por un lado, contribuyen a la mejora de la calidad del aire en nuestras ciudades y, por otro, añaden elementos en la lucha contra el cambio climático. En el primer caso, se tiene en cuenta que los productos de la combustión son críticos para la salud y el entorno de los ciudadanos.
Muchas gracias a Juan Antonio por su colaboración en este post 😉