Centro Cultural o… ¿Canto de Sirenas?

Durante el Pleno municipal del 11 de enero escuchábamos la respuesta del actual Alcalde, Santiago Llorente, a un escrito de la concejala no adscrita Beatriz Alonso Fernández (vecina del barrio) para que se construya de una vez la Biblioteca y Centro Cultural de Arroyo Culebro.

Para sorpresa de todos, el alcalde manifestó que sí se va a construir, aunque insistiendo repetidas veces en que hay que repensar el conjunto del proyecto.

Esto, que en «condiciones normales» sería una excelente noticia, quizá deba ser acogida con alto grado de escepticismo. Intentaremos razonar los porqués.

Primero, porque deja entrever que la construcción no será inmediata ya que conllevaría en primer lugar la rescisión del contrato con la empresa que no realizó la obra (8 años después). Esto causaría más demora.

Segundo porque, una vez resuelto lo anterior, el alcalde entiende que el proyecto de obra existente podría no corresponder con las necesidades actuales, en cuyo caso habría que redactar uno nuevo. En su intervención en el Pleno, Santiago Llorente manifiesta repetidamente la necesidad de un centro «polifuncional», por lo que en este caso sí que habría que redactar otro proyecto. Más demora aún.

Tercero. La acumulación de «demoras» haría imposible su construcción dentro de esta legislatura (2015-2019), con lo cual nos tememos que habría muchas posibilidades de quedarnos como estamos ahora, es decir, con unos planos de una excelente instalación municipal pero con una parcela más vacía que una iglesia a las cinco de la mañana.

¿Por qué se ha esperado hasta este punto de la legislatura para retomar uno de los proyectos municipales inconclusos más antiguos de la ciudad (junto con la biblioteca central del barrio de Leganés Norte)? ¿Hemos entrado ya en campaña electoral? ¿Nos deja a los vecinos con la pelota en nuestro tejado? ¿Si en mayo de 2019 votamos un gobierno como el actual, seguirá el proyecto adelante? ¿Si la composición de gobierno es diferente, el proyecto volverá a un cajón o por el contrario se acelerará? ¿Es el vecino el que elige el alcalde y es el alcalde el que quieren que sean los vecinos el alcalde?

Desde 2009 llevamos escuchando, gobierno tras gobierno, palabras amables y declaraciones de buenas intenciones que no se terminan de materializar. ¿Será esta vez la definitiva? Cruzaremos los dedos, porque esta historia va camino de ser más larga que la infancia de Heidi.

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