La madrugada del sábado al domingo dormiremos una hora más.
Durante la noche del 29 de octubre, a las 03:00 horas, entrará en vigor el horario de invierno y los relojes se atrasarán 60 minutos, es decir, serán las 02:00 horas, con lo que «amanecerá» más temprano y oscurecerá antes.
Los relojes se atrasarán en cumplimiento de la Directiva Comunitaria que rige el denominado Cambio de Hora, incorporada al ordenamiento jurídico español por Real Decreto 236/2002, de 1 de marzo, con el objetivo de lograr el ahorro energético. Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), el ahorro en iluminación en el sector doméstico por el cambio de hora, durante los meses que éste tiene efecto, puede representar en España un cinco por ciento.
El cambio de hora comenzó a generalizarse, aunque de manera desigual, a partir de 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para aprovechar mejor la luz del sol y consumir menos electricidad en iluminación.
Este será el último año de aplicación de la actual directiva, la IX, que regula en la Comunidad Europea el Cambio de Hora, ya que en 2007 la Comisión debe emitir una nueva para regular en qué fecha y minuto entra en vigor esa medida. Además, la Comisión tiene que presentar antes del 31 de diciembre de 2007 al Parlamento Europeo, al Consejo y al Comité Económico y Social un informe sobre la incidencia de la aplicación del cambio de hora en los sectores afectados. Ese informe se elaborará a partir de la información aportada por los Estados miembros antes del 30 de abril del año que viene.