Además de leganenses, a los oriundos de nuestro municipio también se nos conoce por «pepineros» debido a que antaño estas eran tierras de huertas que abastecían de hortalizas (pepinos entre otras) a los mercados madrileños.
Si en aquellos tiempos existían las huertas y los famosos pepinos leganenses es muy en parte gracias a las «abejas pepineras». Cayeron en el olvido cuando se «abandonaron» las huertas pero ellas siguen cuidando discretamente campos y jardines (más del 70% de los productos que consumimos existen gracias a las abejas), y ahora que pasan por uno de sus peores momentos, diversas asociaciones y colectivos están emprendiendo acciones de forma coordinada para garantizar que nuestras abejas puedan perpetuarse y desempeñar su función.
Por ello, la colaboración conjunta de las delegaciones municipales de Sostenibilidad, Seguridad Ciudadana y Educación, además de los Centros de Educación Ambiental de Polvoranca y Bosquesur, y la participación de la plataforma Salvemos Parque Polvoranca y la Asociación Apicultura y Biodiversidad, en los últimos días se están instalando diversas colmenas repartidas en distintos puntos «seguros» (tanto para los insectos como para las personas) de la ciudad.
La colmena más cercana a nuestro barrio sería la instalada dentro del cercado del antiguo poblado de Polvoranca, junto a su ermita, como muestran las fotos que ilustran esta entrada (Los Encepados Agricultura Orgánica).