Más de 5.000 fuenlabreños acudieron el miércoles 9 de marzo al Parque de Polvoranca a celebrar el día de Santa Juana, también conocido como Día de la Tortilla, degustando el plato típico del día, la tortilla de patata con pan de libreta, elaborado especialmente para la ocasión por las tahonas de Fuenlabrada.
Se trata de una romería popular que se remonta al siglo XV, cuando los lugareños acudían al municipio de Cubas de la Sagra a venerar a Juana Vázquez, conocida como la Santa Juana y a la que se atribuyen curaciones milagrosas. Pero es en el siglo XIX, cuando la celebración popular adquiere el carácter que mantiene en la actualidad.
Tradicionalmente los fuenlabreños se dan cita a mitad de camino entre Fuenlabrada y Cubas de la Sagra, en las praderas de Valdeserrano, a degustar el plato típico, pero en los últimos 10 años un gran número elige el Parque de Polvoranca para celebrar el dia.
HISTORIA
La celebración del día de Santa Juana, conocido ahora también como «Día de la Tortilla» tiene su origen en el siglo XV, cuando los fuenlabreños se acercaban en peregrinaje al vecino municipio de Cubas de la Sagra, a venerar a la que fuera abadesa del convento de Santa María de la Cruz, Juana Vázquez, conocida por sus buenas acciones y su poder de sanación.
Cada 9 de marzo, y con motivo de la muerte de la conocida como «la Santa Juana», los fuenlabreños emprendían romería hacia Cubas, haciendo un alto para comer en el paraje de Valdeserrano. Con el paso de los años y ya en el siglo XIX, la devoción dejo paso a lo meramente festivo y los fuenlabreños se quedaban en este lugar degustando el manjar típico de entonces y de ahora, la tortilla de patata.
El pan redondo, conocido como libreta y otras exquisiteces culinarias como los pimientos fritos componían el menú tradicional que ha llegado hasta nuestros días. Así, no es de extrañar que en las panaderías y con motivo de la festividad, se elaboren especialmente para la ocasión libretas con las que acompañar la tortilla.
La Santa Juana
Juana Vázquez , verdadero nombre de la santa, nació en el pueblo de Azaña en 1491 y a la edad de 15 años se escapó de casa, disfrazada de hombre, para meterse a monja.
Ingresó en el Monasterio de Santa María de la Cruz de Cubas de la Sagra, donde llegó a ser abadesa. Desde su ingreso se le atribuyeron numerosos prodigios como curaciones de graves dolencias. Tras su muerte fue aclamada como santa.